¿LO SIGUES AMANDO O ES DEPENDENCIA EMOCIONAL?
Aun cuando tenemos claro que no éramos felices, que la dinámica no funcionaba o que nuestros valores y proyectos de vida iban por caminos distintos, después de la ruptura es habitual que aparezca una oleada de emociones contradictorias: tristeza, nostalgia, miedo, incluso una punzada de culpa.
Por qué confundimos amor y dependencia
Cuando llevamos tiempo vinculados a alguien, el cerebro se acostumbra a su presencia. Igual que ocurre cuando dejamos un hábito importante, nuestro sistema de recompensa se resiente: echamos de menos los mensajes diarios, los planes de fin de semana, los gestos cotidianos que nos daban seguridad. Esa “falta” genera ansiedad y puede interpretarse como amor, pero en realidad es síndrome de abstinencia emocional.
Señales que apuntan a dependencia
Aunque cada historia es única, hay algunas pistas que ayudan a diferenciar:
-
Idealizas la relación pasada, recordando solo los momentos buenos y olvidando los conflictos que te llevaron a romper.
-
Sientes que tu valor personal disminuye al estar sin pareja.
-
Piensas más en el miedo a estar sola que en el deseo de volver a compartir tu vida con esa persona en concreto.
-
Buscas excusas para retomar el contacto solo para calmar la ansiedad, no porque haya un proyecto común.
Si te reconoces en varios de estos puntos, es probable que lo que estés sintiendo no sea amor, sino la incomodidad natural de un desapego.
Aprender a transitar el vacío
Aceptar que una ruptura duele no significa que hayas cometido un error. Significa que estás soltando un vínculo, y ese proceso requiere tiempo. Algunas estrategias que pueden ayudarte:
-
Valida tus emociones. La tristeza, la rabia o la añoranza son normales; no las juzgues.
-
Recuerda los motivos de la ruptura. Escríbelos si hace falta, para no caer en la idealización.
-
Reconecta contigo. Dedica tiempo a actividades que te hagan sentir viva sin depender de la pareja: deporte, amistades, proyectos personales.
-
Si la sensación de vacío es muy intensa, considera pedir ayuda profesional. Un acompañamiento terapéutico puede darte herramientas para construir un apego más seguro.
Amar no es necesitar
Amar desde la libertad significa poder decir: “elijo estar contigo porque quiero, no porque no sepa estar sin ti”. La dependencia, en cambio, te empuja a buscar a esa persona solo para calmar un miedo interno.
La próxima vez que te preguntes si lo sigues amando o si te has equivocado, date un momento para mirar más profundo: quizá no se trate de amor, sino del proceso de aprender a soltar y de recuperar tu propio centro.¿Necesitas acompañamiento en este proceso?
-
Identificar y transformar los patrones de dependencia.
-
Reforzar tu autoestima y tu capacidad de tomar decisiones.
-
Recuperar el equilibrio emocional y la confianza en ti.
Puedes reservar tu sesión escribiéndome al teléfono: +34 670 407 556 o desde mi página web!!
Juntas daremos forma a un proceso de duelo que te permita mirar hacia el futuro sin cadenas.
Comentarios
Publicar un comentario